Noche de quejas.
Gritos desolados de madrugada.
Me levanto, te arropo en mis brazos.
Se sonríen tus ojos.
Qué esperas de mí?
Señora.
Qué esperas de nadie?
Princesa mayor.
Tu esperanza se perdió en la espera
de ese ayer que nunca regresa,
se vistió de recuerdos con quejas,
con castigos sin saber a quien.
En la espera de un tiempo sin retorno.
Nunca regresa lo que ya se fue.
Con quejas hacia el ahora,
a quien no te sabe comprender.
El tiempo se llevó tus ganas,
prendió en tu cuerpo dolorido la hiel,
la miel de tus ojos ya no quiere renacer.
Espera...Señora...
ya casi es el amanecer.-
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