domingo, 14 de enero de 2018

TORMENTA DE MUJER.





La bautizaron antes de nacer.
Fue intuida antes de ser.

Apenas un punto cartográfico
de un porvenir explosivo,
sin predecir su fuerza ciclogenética
o los estragos de sus vientos,
con apenas el conocimiento de su núcleo,
ya fue guiada en su recorrido.

No contaron con los imprevistos.

Y hay coraje en un embrión de mujer,
a pesar de los miedos,
a pesar de los silencios.
Hay esa gota que siembra los sueños,
imparable entre los tiempos,
rebelde ante todo lo impuesto,
con piel manipulada
de tiernos sumisos dedos.

Ana, en femenino,
ciclogénesis explosiva.

Una entre tantas
                con nombre propio.
Desgarras el paisaje
                y lo reparas
cubriéndolo con besos de agua.-





2 comentarios:

  1. Precioso, querida Carmen, este hermoso poema dedicado a una tormenta con nombre de mujer y a la mujer con ese alma grande y poderosa... Felicidades, amiga!!!
    Feliz noche.

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    1. Muchas gracias por tu tiempo, Servilio. Sí, la mujer es fuerza. Un feliz inicio de semana. Abrazos.

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